FIAT BRAVO 1.9 JTD 120 CV.

El Fiat Bravo es un compacto de 4,34 m. de largo que reemplaza al poco afortunado Stilo del año 2001, pero modelo que toma como base y del que aprovecha el 30% de sus piezas, ofreciendo lo que al Stilo le faltaba, realizando un diseño que guste. A ello se le suma una mejor calidad del acabado, una mayor capacidad de maletero con respecto a sus rivales y la incorporación de un novedoso motor de gasolina de baja cilindrada, 1.4 litros, pero con turbo y dos niveles de potencia: 120 y 150 CV.

Mientras tanto la versión más vendida fue el 1.9 JTD 120 CV., que ofreción un consumo y nivel de ruido razonables.

Como era de esperar el Bravo supera en su día las pruebas de choque de EuroNcap, logrando la máxima puntuación, cinco estrellas en el test de impacto frontal, y tres sobres cinco en la protección a niños.

El Bravo ofrece de serie luces suplementarias de cruce, integradas en los antinieblas y se encienden al girar el volante o a accionar el intermitente a baja velocidad, y alumbran en dirección perpendicular a la marcha y faros de xenón.

Es un coche inspirado en los años 60, con este modelo Fiat estrena su nuevo emblema, siendo el 14 de su larga trayectoria, y según dice la marca, representando el cambio en la continuidad.

Es un coche que mide 4,34 m de largo, por longitud supera a los compactos como el VW Golf, Renault Mégane, Peugeot 307 y Toyota Auris, empatando con el Ford Focus.

Prácticamente todo el interior de Bravo es nuevo, gana en diseño y calidad. Tiene un excelente aspecto pues la calidad visual del salpicadero es uno de los aspectos que más han mejorado respecto al Stilo. La atractiva instrumentación y la moderna consola central transmiten sensación de bien hecho, también ha mejorado el tacto de los mandos y de los materiales empleados.

Un Bravo puede equiparse en opción prácticamente con todo, desde airbag de rodilla, que solo lo ofrece entre sus rivales el Toyota Auris, hasta un techo panorámico y practicable.También ofrece como opción el sistema de navegación integrado con pantalla a color más asequible del mercado, se llama Blue&me, y además del navegador engloba las funciones de teléfono manos libres bluetooth y una conexión USB, similar a la de los ordenadores, para descargar música.

La postura a los mandos es muy buena, mucho mejor que la del Stilo, además, hay bastante espacio longitudinal, con lo cual los más altos también se sentirán muy cómodos.

El maletero del Bravo ofrece 400 litros de capacidad, unos 50 litros más que sus rivales, y además cuenta con unas formas regulares y una excelente cota de profundidad.

En opción existe un equipo de audio con amplificador de cinco canales y 260 W. de potencia. Los mandos de la radio en volante regulable en altura y profundidad, son de serie desde el nivel de acabado Dynamic.

Lo primero que llama la atención del Bravo es lo perezoso que resulta su motor. Esta versión equipa un motor turbodiesel con common rail, que data de finales de los 90. Su veteranía se percibe en varios aspectos: le cuesta subir de vueltas a partir de las 3.000 r.p.m., suena más a diesel, que los propulsores que montan sus rivales y únicamente va asociado a una caja manual de cinco velocidades.

La plataforma del Bravo es similar a la del Stilo, aunque con una nueva puesta a punto de la suspensión. Al igual que su antecesor, destaca por comodidad y sencillez de conducción.

Como ya sucediera en el Stilo, el Bravo conserva su moderna dirección asistida eléctrica Dualdrive.

El Tacto del freno permite dosificar muy bien la frenada, no como un Mégane, cuyo pedal es muy sensible. Además el equipo de frenos, con discos de 284 mm. en el eje delantero, se ha mostrado bastante eficaz para detener los 1.320 Kg, del coche. El cambio, por su parte ofrece un manejo muy correcto.